Buzón de Alcance 205

N U E S T R A O P I N I Ó N 4 N O se puede utilizar la educación para salir en los titulares. La educación es demasiado importante para que los partidos políticos se aprovechen de ella. No hay partido que no haya izado la bandera del “Pacto de Estado para la educación”. Se elevan con pose digna de hombres de Estado con mayor altura moral que sus contrincantes. La utilizan para menospreciar a los demás, queriendo convencernos de que ellos sí quieren negociar y que el problema es que “los otros” carecen de voluntad negociadora, ya que en realidad no les importa la “Educación” y solo quieren imponer su ideología. Sin embargo, es difícil no dudar de sus intenciones y objetivos finales cuando se observa con qué ligereza y superficialidad se atreven a hablar de distintos aspectos del sistema educativo. Utilizan palabras bonitas o rimbombantes cuando hacen declaraciones de inten- ciones. Tanto políticos como pedagogos-sin alumnos hablan constantemente de una educación inclusiva de calidad y de la educación como herramienta igualadora. Sin embargo, a la hora de legislar, cuando les toca, no tienen ninguna prisa en aplicar medidas que faciliten la consecución de estos objetivos tan loables. Hace unos meses vimos cómo, cual elefantes por una cacharrería, sin saber apenas —por no decir que no sabían nada acerca de la labor que se realiza en los centros de educación especial— algunos políticos estaban ya preparados a desterrarlos de la geografía nacional. Vociferaban que eran contrarios a la “inclusión”. Sacaron datos falsos o parciales sobre lo que se hacía en otros países, siempre, claro, mucho más avanzados que el nuestro. Menos mal que tuvieron la prudencia de visitar estos centros y retirar su última “ocurrencia”, al darse de bruces contra la realidad. El sistema educativo no necesita “grandes ideas”. Requiere que los legisladores, junto con los profesionales de la educación, los profesores, se arremanguen, analicen la situación, establezcan objetivos educativos libres de ideología, estudien las posibilidades y den soluciones a los problemas reales que enfrentan los profesionales en las aulas. El sistema educativo tiene muchas carencias menos mediáticas, pero urgentes. Un ejemplo ligado a las necesidades educativas especiales y la inclusión es la proporción de alumnos y profesores. El Real Decreto 132/2010, de 12 de febrero, establece que la relación de alumnos por profesor para el segundo ciclo de Educación Infantil y Primaria es de 25, para Secundaria 30, y 35 para Bachillerato. Hay que tener en cuenta que dentro de un aula de Primaria con 25 alumnos puede haber Alumnos Con Necesidad Específica de Apoyo Educativo (ACNEAE) que requieren adaptaciones curriculares no significativas, otros que requieren adaptaciones curriculares significativas, alguno con trastorno grave de conducta, otros que necesiten compensación educativa, alguno con dificultades específicas de aprendizaje como, por ejemplo, dislexia, y otros con altas capacidades. El tutor, en coordinación con el equipo de orientación, tiene que hacer frente a estas necesidades y, al mismo tiempo, asegurarse de que todos los alumnos reciben una educación de calidad, para que, tanto los que presentan NEE como los que no, alcancen su mayor potencial y desarrollen al máximo sus capacidades. No existe legislación que establezca una bajada de ratio en caso de escolarización de alumnos con necesidades educativas especiales. En algunas aulas hay un número de ACNEAE que permite que todos reciban la atención adecuada, pero sabemos que en otras están escolarizados más de cinco, e incluso más de diez alumnos con estas necesidades. Cualquier maestro, profesor o persona con sentido común podría concluir que es simplemente imposible cumplir con el objetivo de inclusión, y no digamos de calidad, si no se legislan ratios acordes a la realidad de las aulas. Es verdad que, cuando a los alumnos se les diagnostican necesidades educativas especiales, intervienen especialistas Educación sin titulares Carolina Fernández del Pino Vidal Vicepresidenta de ANPE-Madrid La Educación no produce “imágenes publicitarias” La educación inclusiva de calidad requiere muchos recursos, especialmente humanos

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