Buzón de Alcance 200

N U E S T R A O P I N I Ó N E STA anécdota fue utilizada por una socióloga para contrarrestar la opinión de que un voto no importa. Es verdad que un solo voto no decide unas elecciones, pero también es verdad que en unas elecciones el fenó- meno de la abstención permite que unas pocas personas, las más ideologizadas y activas, decidan por la gran mayo- ría. Como profesora, entiendo los motivos por los cuales muchos docentes consideran irrelevante votar el día de las elecciones sindicales. Si ya parece generalizarse la creencia de que los partidos políticos van a lo suyo, no resulta lla- mativo que se vea a los sindicatos como organizaciones prescindibles. Estando yo sentada en la sala de profesores, a veces llegaban sindicalistas que, con tufo a fanatismo, irrumpían en la sala de profesores, interrumpiendo mi momento de tranquilidad, a darnos un mitin. Sentía que me estaban adoctrinando e invadiendo mi espacio para hablarme de cosas totalmente ajenas a mi realidad. ¿Cómo, entonces, acabé en una organización sindical? Mi relación con ANPE coincidió con la creación, en 2005, del Defensor del Profesor. Entré a formar parte de ANPE porque me convencieron de que creían en la educación pública, de verdad. Mucha gente cree en la educación pública –o eso dice–, pero para mí es la única herramienta que permite que todo el mundo, cualquiera sea su procedencia, tenga acceso a desarrollarse como persona, cumpliendo unos mínimos, y lo que es más importante, permitiendo que lleguen a lo máximo. Por eso estoy en ANPE, porque creo firmemente en una educación de calidad y que: • el profesor es el elemento que marca la diferencia. • al profesor hay que darle el entorno y las herramientas y los recursos necesarios para desarrollar su labor. • el aula y los centros deben ser entornos seguros y tran- quilos. • para que el profesor sepa que es sumamente importante, hay que reconocerle laboral y socialmente, y esto se Cogiendo flores Carolina Fernández del Pino Vidal Vicepresidenta de ANPE-Madrid manifiesta en unas condiciones económicas y laborales adecuadas. Cuando estaba en el aula, no acababa de darme cuenta de la importancia que tenía votar en las elecciones sindicales. Por eso, comprendiendo lo que sienten los profesores, quería buscar una forma distinta de transmitir su importancia sin tener que recurrir a las razones de siempre: “es un derecho”, “es un deber”, “es la forma de…”. Estuve buceando en internet y algunos artículos me hicieron reflexionar. Cada vez que nos abstenemos, permitimos que otros deci- dan por nosotros. Hay personas para las cuales el pronunciamiento electoral es una cuestión ideológica, casi de índole religiosa, y siem- pre votan. Un “no voto” puede permitir que quienes no comparten nuestra idea de una educación pública de cali- dad acaben representándonos. Cada vez que nos abstenemos, permitimos que otros decidan Un padre y su hija pequeña paseaban por un parque cuando la niña cortó una flor, a lo cual su padre le recriminó: “No debes hacer eso. ¿Qué pasaría si todo el mundo cogiese las flores?” La niña miró a su alrededor y luego le contestó como si hubiese planteado un absurdo: “Es que todo el mundo no coge flores, solo yo”. Y siguió andando tan contenta con su flor. ¡Tú decides! 4

RkJQdWJsaXNoZXIy ODE4NjI=