Buzón de Alcance 219

7 D e f e n s o r d e l P r o f e s o r realizar diagnósticos precoces para poder imple- mentar los apoyos y refuerzos que cada alumno necesite. Poder elaborar las estrategias pedagógi- cas posibilitaría atender las diferencias individua- les de nuestro alumnado. • Aumento del cupo de orientadores en los institu- tos y centros de Formación Profesional, en función del número de alumnos. Es evidente que los centros educativos son uno de los ejes principales en la detección de problemas en la salud mental en niños y adolescentes. A raíz de la pandemia, hemos visto un aumento signifi- cativo de esta problemática en nuestro alumnado. La figura del orientador es clave en el seguimiento y asesoramiento a familias y profesores. Se han convertido en el soporte psicológico y asistencial de este perfil de alumnos. Su implicación es esencial en la apertura de los diferentes protocolos, cuando se producen situa- ciones problemáticas de convivencia (acoso y violencia escolar, prevención de conducta suicida y autolesiones del alumnado, prevención relacionada con bandas juve- niles violentas y drogas). • Incremento del cupo de profesionales que forman los equipos de atención a la diversidad (maestros de peda- gogía terapéutica, audición y lenguaje, compensatoria, técnicos de integración social, auxiliares educativos…). • Un enfermero/a escolar en los centros educativos. Fi- gura que va a redundar en un mayor bienestar físico y emocional de alumnos y profesores. Condiciones laborales Mejorar las condiciones laborales del profesorado debe tra- ducirse en hechos concretos, como es el aumento de sus re- tribuciones. Retribuciones dignas, actualizadas y acordes con las responsabilidades que se les exigen. Los docentes de la Comunidad de Madrid han tenido una pérdida muy significati- va de poder adquisitivo en las últimas décadas y comparando cuantitativamente sus retribuciones con las de los profesores de otras comunidades autónomas la diferencia es acusada. Lo que antes era una profesión con una remuneración compe- titiva en relación con otras salidas profesionales, se ha ido quedando atrás y los universitarios optan, cada vez más, por opciones que les permitan asegurar un nivel de vida que consi- deran adecuado y compense la inversión que hacen en sus es- tudios. Por este motivo en Madrid ha habido este curso, como en años anteriores, mucha dificultad para encontrar profeso- rado de ciertas especialidades. Otro factor a tener en cuenta es la necesidad urgente de ne- gociar un Estatuto de la Función Pública Docente, en el que se regule una carrera profesional que permita un adecuado desa- rrollo profesional del profesorado. Es necesario que el profesor no perciba, como ocurre actualmente, que no hay progresión a lo largo de su carrera docente. Estrés laboral Diferentes estudios han proporcionado datos preocupan- tes sobre el estado anímico de los docentes. Un porcentaje elevado de profesores declara tener un alto nivel de estrés. Debe ser una prioridad de la Administración cuidar el bien- estar emocional de estos profesionales y del resto de la co- munidad educativa. Las múltiples tareas que debe abordar el profesor en su traba- jo diario les generan sentimientos de impotencia e incompe- tencia, y han perdido la capacidad de desconectar, lo que lleva a que se sientan desmotivados y estresados. El estrés ocu- pacional provoca un empeoramiento en la salud mental del profesorado que acaba afectando su vida laboral y personal. Reconocimiento de la labor docente Un porcentaje elevado de profesores siente que su profesión no está valorada ni reconocida por la sociedad. Consideran que, constantemente, se cuestiona su profesionalidad y se les responsabiliza de las necesidades asistenciales de la sociedad. La crítica constante hacia el calendario escolar, la jornada escolar, las vacaciones del profesorado, entre otros aspectos, desprestigian nuestra profesión y desdibujan la verdadera na- turaleza del proceso educativo. Muchos profesores denuncian que no son cuidadores sobre cualificados y que la Adminis- tración y la sociedad tienden a obviar el objetivo real de la educación. La valoración de la profesión debe traducirse en asegurar a los profesores que están respaldados y protegidos en el desarrollo de su profesión y que su opinión como profesio- nales de la educación es respetada y valorada . Desde el servicio del Defensor del Profesor seguiremos tra- bajando para mejorar la consideración social de los docentes, hacer llegar a la ciudadanía la realidad diaria de los centros educativos y poner de relieve la importancia de la educación como uno de los pilares de nuestra sociedad, que revierte en la formación de nuestro alumnado y, por ende, en su bienestar

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