Buzón de Alcance 218
18 V i d a e n l o s c e n t r o s En septiembre de 2021, arrancando el nuevo curso, y coincidiendo con el segundo curso del equipo directivo del centro, con ganas de implementar nuevos proyectos, nuevos retos y desafíos tanto para nuestros profes, como principalmente para nuestros alumnos; revisando el co- rreo como cada mañana, aparece uno que me llama la atención. Habla de robótica, de la fundación Endesa, de la empresa BQ, en definitiva, del PROYECTO RETOTECH. Personalmente ya había trabajado contenidos de pen- samiento computacional e introducido la robótica edu- cativa en otros centros, con lo que la propuesta llamó mucho mi atención, ya que incluía también el diseño 3D, algo desconocido hasta ese momento para mí. Reviso el email, descargo el folleto explicativo del proyecto, veo las implicaciones y el trabajo a llevar a cabo a lo largo del curso, me ilusiono, y empiezo a pensar en cómo lle- varlo a cabo en el centro, lo que sólo tiene una dirección: contar con otro compañero/a que se anime a ponerlo en marcha. Ese compañero no es otro que el TIC del centro y la cabeza visible del proyecto One to One que poco a poco se va imponiendo en el trabajo del centro en su día a día. Juan José de la Peña, Juanjo en adelante. Le cuen- to, le explico. Pensamos en cómo llevarlo a cabo, con qué alumnos y, sobre todo, lo que puede aportar ese curso y de cara al futuro a los alumnos del centro. Planteamos la idea surgida a mis compañeras del equipo directivo, y empezamos a trabajar. Lo primero que los compañeros de la fundación Endesa nos solicitan, para poder valorar la idoneidad del centro en su proyecto y darnos cabida, es un vídeo en el que se muestre por qué queremos entrar a formar parte del PROYECTO RETOTECH. Alumnos de 5.º y 6.º, junto con Juanjo, preparan un vídeo en el que solici- tamos la entrada en el proyecto, algo sencillo, claro y con gancho... Lo mandamos y estamos dentro de los elegidos. Primer hito cumplido. Empezamos a recibir el material en el cole. Ahora sí que sí, hay que poner en marcha todo el proceso, empezar a trabajar con los alumnos, cumplir retos y fechas de reuniones, formaciones de los profes, a las que acudimos tanto Juanjo como yo mismo. Seis sesiones repartidas de dos en dos, con diferentes con- tenidos, muy aprovechables y necesarias. Como primer curso, con horarios y organización ya empezada, el plan- teamiento que proponemos al resto del equipo directivo es el de llevar a cabo el proyecto en horario de exclusi- va, un par de días por semana, con los alumnos de 5.º y 6.º, que de forma voluntaria quisieran ocupar ese tiempo en algo diferente y motivante. Se apuntan cerca de 50 alumnos, empezamos a trabajar en dos grupos: los de 5.º por un lado y los de 6.º por otro. En ese momento, el COVID seguía muy presente y no mezclar grupos de nivel era una condición indispensable. La metodología de trabajo en estas sesiones fue a través del aula virtual del cole. Les colgamos con anterioridad las explicaciones, y en las sesiones de trabajo, práctica con los retos que les proponemos resolver. Surgen dudas, algunos que no han visto toda la documentación, otros si, lo que uno no se acuerda, otro del equipo lo resuelve y explica al resto. Todos implicados, todos aprendiendo entre ellos, en su jerga, mezclada con las nuevas palabras aprendidas es- pecíficas de la robótica, motivados y avanzando. Va pasando el curso, algunos alumnos se empiezan a re- tirar por diferentes motivos. Van dejando un grupo de trabajo de los más implicados y a los que más les llama la atención el trabajo a realizar. Tras los primeros retos de robótica y programación, llega el momento de poner en marcha la impresora 3D, otro paso más en el trabajo y motivación extra para los alumnos. En el momento que empiezan a ver que son capaces de crear diseños que ¡El Laura se robotiza con RetoTech! Todos implicados, todos aprendiendo entre ellos, en su jerga, mezclada con las nuevas palabras aprendidas específicas de la robótica, motivados y avanzando
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