Buzón de Alcance 211
19 B u z ó n a b i e r t o M E gusta jugar. Desde siempre me recuerdo jugando. Cuando era niña en el colegio y fuera de él, sobre todo a fútbol. Sigo igual, juego a todo lo que me proponen, fútbol, baloncesto, tenis, pádel… actualmente a vóley. Juego dentro del cole (soy maestra de Educación Fí- sica) con mi alumnado. Y fuera, con mi familia y amigos. Nací en Madrid (España), el 28 de junio de 1968. Estudié Magisterio. Me licencié años más tarde en Geografía e His- toria, en la especialidad de Historia del Arte. Justo al finali- zar mi formación académica aparecieron las especialidades en las oposiciones a maestro. Mi vocación: la docencia; mi afición, el deporte, se unieron para preparármelas. Oposité por Educación Física. Obtuve la plaza en 1997. En los años 90 se produjo un boom de los Juegos y Deportes Alternativos. Me apasionaron. Estudié mucho, investigué sobre ellos y participé en numerosos cursos de formación. Y aquí es cuando surge el Bíjbol. Porque surge… Salvando muchísimo las distancias, fue como Newton y la manzana. Nace por vocación, por convicción y por formación. Me dieron destino definitivo en el curso 1999-2000 en el que hoy sigue siendo mi centro, el CEIP Carmen Cabezuelo en el madrileño barrio de San Blas. Me dijeron que tenía que dar psicomotricidad en Infantil. Conocía las pelotas de gigantes de otros centros. Así que adquirí cinco o seis. Las tenía como oro en paño para los pequeños, pero a los ma- yores les llamaban mucho la atención. De las tres horas que se dan de Educación Física (a pesar de los cambios legislati- vos, siempre se ha mantenido la tercera hora), una la suelo dedicar a juego libre con los mayores. Eligen el juego, sacan el material, organizan los grupos, se autoarbitran… juegos o deportes que previamente han visto conmigo, en forma de partidos, de competición. Un día los de 6º tenían que entregarme una ficha (no re- cuerdo de qué). Solo una alumna, Arancha, la había hecho. Era día de juego libre. Quise premiarla. Nos bajamos a la pista. Sus compañeros realizaban la ficha para incorporar- se a la clase cuando la fueran terminando. Arancha quiso jugar con la pelota gigante: le saqué una. Ella la botaba, la golpeaba contra la pared, se tumbaba sobre ella… Según iban acabando la ficha, sus compañeros se incorporaban al juego, también a la pelota gigante. Al principio, un grupo pequeño, haciendo rondós. Finalmente, todo el grupo aca- bó jugando un partido: supongo que de fútbol. Nos dimos cuenta de que era muy fácil tocar la pelota con la mano, por las dimensiones de la misma. Les permití usar las manos en conducciones, controles, golpeos. Igualmente, que marcar gol era complicado. Suprimimos la figura del portero y pro- hibimos entrar en el área. La siguiente sesión de juego libre quisieron jugar a lo mis- mo. Para evitar el abuso de los “chupones” introdujimos la regla de no retener la pelota. Aumentó el dinamismo del juego y la participación del alumnado, sobre todo, del más pasivo. En ese momento fui consciente de que estaba ocu- rriendo: estaba naciendo un juego alternativo, con todo lo que eso suponía. En la tercera sesión eligieron jugar a lo mismo. Yo ya tenía claro cómo quería llamarlo: Bigball, aludiendo al material utilizado. Les induje a llamarlo así. Y así nació… Original- mente se escribe y pronuncia Bíjbol, porque al patentarlo, el término Bigbol ya existía, no asociado a un juego, pero no podía usarlo. Pensé que podía acuñarlo con “j”. Es más castellano, más castizo. La definición del Bíjbol es toda una declaración de intencio- nes: es un juego alternativo, predeportivo, educativo, coe- ducativo, inclusivo, de invasión. Se trata de meter el mayor número de goles en la portería contraria, desde cualquier situación de juego, con una pelota gigante, la cual no se puede coger ni retener; sí, golpear con cualquier parte del cuerpo, con ausencia de porteros y prohibición de entrar en las áreas. Pretende desarrollar las Habilidades Motrices Básicas, las Destrezas Específicas, los Valores Universales del Deporte y las Habilidades Sociales. Fomenta el desarrollo integral de la persona, estando presente el componente motriz, cognitivo, social y afectivo. Tere Miña Encinas Maestra de Educación Física CEIP Carmen Cabezuelo, de Madrid BÍJBOL Juego alternativo, coeducativo e inclusivo
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