Buzón de Alcance 209

N u e s t r a o p i n i ó n 8 nunca. Además, serán indispensables unas instrucciones sobre su funcionamiento más claras que en anteriores oca- siones, especialmente en caso de no poder asistir algún miembro por contagio o contacto estrecho, y los integran- tes suplentes deberán estar preparados para eventuales sustituciones en caso de confinamiento de los titulares. Estas instrucciones también deberán tener en cuenta a los opositores que no puedan asistir el día del examen por encontrarse enfermos, con síntomas o ser contacto, arti- culando medidas extraordinarias como fijar un segundo día para la realización de las pruebas. Cuando el número de voluntarios para cada especialidad no sea suficiente, la selección de los vocales se realizará este año mediante un sorteo aleatorio a través de un procedi- miento informático. Esperemos que la fórmula de esta alea- toriedad se genere sobre una base numérica, no sobre la letra del apellido, que conlleva a repetir como tribunal a muchos profesores en contra de su voluntad. El escenario que plantea la COVID-19 obliga a tomar medi- das para preservar la salud y a establecer pautas que reduz- can el riesgo de contagio. Resultará fundamental una ade- cuada organización logística, con las sedes de los tribunales más distanciadas para evitar aglomeraciones a la hora de realizar las diferentes pruebas, y así conseguir mayor dis- tancia social, minimizando el riesgo de contagio y, en defi- nitiva, garantizando la seguridad de opositores y tribuna- les. Otra de las medidas para mantener siempre los dos metros de distancia entre los opositores tendrá que ser la utilización de aulas amplias, como pueden ser las de uni- versidades. El coronavirus también se ha colado en las programaciones, con los alumnos y profesores adaptándose en un tiempo récord a un nuevo modelo de enseñanza que ha dejado en evidencia el déficit tecnológico de nuestra educación y la brecha digital. Ante este panorama, muchos opositores se plantean dudas en cuanto al enfoque de su programación, cuestiones que no quedan resueltas con la nueva reacti- vación de la convocatoria de oposiciones. La actual reso- lución indica, por un lado, que la programación deberá dirigirse a un curso académico con carácter presencial, sin circunstancias excepcionales de crisis sanitaria, pero, por otro lado, señala que el tribunal valorará las medidas metodológicas, los recursos didácticos, así como las tec- nologías de la información y comunicación adaptados a la impartición de la enseñanza telemática. De una forma o de otra, esta y las demás pruebas requieren que la Administración asegure que todos los exámenes se lleven a cabo de forma homogénea en todos los tribunales de la misma especialidad y establezca un protocolo sani- tario para la realización de las oposiciones, al igual que ocurrió con los exámenes de Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad del curso pasado. Este protocolo sanitario permitirá regular y armonizar las condiciones y los requisitos sanitarios que deben seguirse en la realización de las pruebas, ofreciendo seguridad y confianza a opositores y tribunales. La actual convocatoria de plazas debe servir para aumentar y estabilizar las plan- tillas en los centros con el fin de desdoblar grupos, reducir la ratio en las aulas y mejorar las condiciones de trabajo, para proporcionar al alumnado un mayor refuerzo educa- tivo y una enseñanza óptima, más personalizada y segura, que enriquezcan el proceso de enseñanza-aprendizaje. Debemos garantizar unas condiciones de seguridad y salud tanto a opositores como a tribunales

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