Buzón de Alcance 209
N U E S T R A O P I N I Ó N E N los últimos cuarenta años se han elaborado ocho leyes orgánicas para reformar el sistema educativo: una de UCD (1980), dos del PP (2002 y 2013) y cinco del PSOE: 1985, 1990, 1995, 2006 y 2020. Ninguna se ha aprobado con el consenso de la oposición y aproximada- mente cada cinco años tenemos una nueva. Inmersos en una pandemia mundial que ha evidenciado la falta de capacidad de nuestros políticos para trabajar jun- tos, se ha aprobado la última. Y, como siempre, destaca la falta de un debate previo: fundamentado, profundo, medi- tado con la participación de profesionales de todos los sec- tores de la sociedad. No se ha analizado y evaluado el actual sistema educativo para identificar, no solo los defectos sino las causas reales detrás de los resultados negativos. No se ha producido un debate en el seno de la sociedad para analizar la situación actual y las previsiones de futuro para luego fijar objetivos y trazar el diseño de un proyecto que se plasmaría en una ley educativa consensuada. Si se desarrollase de abajo arriba con la participación de los profesores y representantes de los distintos sectores de la sociedad y estos aportasen sus conocimientos profesio- nales y técnicos, podría lograrse un consenso profesional . Alejaría las ideologías de la Educación, lo que posiblemente permitiría dar continuidad al proyecto al generar un sen- timiento de unidad y adherencia. Una reforma basada en objetivos concretos para afrontar el futuro. Una ley edu- cativa fundamentada sobre criterios profesionales en vez de ideas ampulosas que, como hemos visto, solo provocan indiferencia en la comunidad educativa y en la sociedad en general. Ocho reformas educativas en cuarenta años evidencian que no hay un plan ni a medio ni a largo plazo. Carecemos de unos objetivos para el futuro. Un sistema educativo a la deriva, afectado por la demagogia de todos y la falta de sentido de estado de nuestros políticos. Si ya resulta aberrante que los distintos partidos utilicen el sistema educativo como estandarte ideológico, peor sería que lo utilizasen como moneda de cambio para lograr los apoyos necesarios para aprobar otras leyes o proyectos. Constituiría una falta de respeto por la educación, pilar fundamental de la sociedad. Me resisto a creer que pueda ser cierto, pero hay rumores de que los siguientes cambios se han introducido solo para contentar a algunos sectores del espectro político. Desafortunadamente, la sabiduría de antaño dice que cuando el río suena, agua lleva. Educación especial (disposición adicional cuarta) La nueva ley apuesta por la inclusión de todos los alumnos en centros ordinarios, reservando los de educación especial para casos de “atención muy especializada”. En el plazo de diez años, los centros ordinarios deberán contar con los recursos necesarios para atender en las mejores condiciones al alumnado con discapacidad. Los centros educativos ordinarios siguen padeciendo una falta de profesorado y de recursos, y ahora se pretende que en diez años todos tengan los recursos humanos y materiales necesarios para la inclusión de alumnos que requieren una atención muy especializada, algunos en todo momento. Cualquiera que haya visitado un centro de educación especial sabe que su desaparición es inviable porque, des- afortunadamente, también lo es que la mayoría de estos alumnos puedan integrase en centros ordinarios. No solo es imposible reformar todos los centros y dotarlos de los recursos materiales y personales que requieren estos alum- nos, sino que, al parecer, no se ha valorado si es positiva para ellos la inclusión en la red ordinaria. ¿Recibirán la atención y los cuidados necesarios para preservar su bien- estar físico y mental y para desarrollar al máximo su potencial? No es aceptable el desasosiego generado en el seno de las familias de estos alumnos que saben que inclusión no es sinónimo de integración. Enseñanza en español (disposición adicional trigésima octava) Se ha suprimido la consideración del castellano como “len- gua oficial del Estado” y como “lengua vehicular de la enseñanza en todo el Estado”. Además, se ha anulado la Ocho reformas educativas, una media de una cada cinco años LOECE/ LODE/LOGSE/LOPEG /LOCE/LOE/LOMCE/LOMLOE Carolina Fernández del Pino Vidal Vicepresidenta de ANPE-Madrid Como siempre, destaca la falta de un debate previo 5
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