Buzón de Alcance 206
N U E S T R A O P I N I Ó N E L dicho africano “se necesita una tribu para educar a un niño” merece un momento de análisis. No puede estar refiriéndose a que todos los miembros de la tribu van a transmitir al niño el mismo conocimiento sino a que cada uno de ellos estará encargado de “educar” al niño en el ámbito que le corresponda. El ser humano se distingue por su capacidad de pensamiento abstracto, que permitió la creación de un lenguaje de alta complejidad. Este lenguaje posibilitó el trabajo coordinado, la especialización y, una vez adquirido este conocimiento, la transmisión del mismo a generaciones venideras para que no tuviesen que empezar de cero. Siglo tras siglo durante miles de años, el ser humano ha ido construyendo el conocimiento que hoy permite, por ejemplo, pensar que el cáncer tendrá curación; la creación de inteligencia artificial; navegar por internet o disfrutar de la calefacción, el metro, el paracetamol, la noria, los pasos de cebra, un viaje a Japón. Todo esto no es un milagro ni es natural, no nos lo encontramos colgando de un árbol en el bosque. Es el resultado acumulado, a lo largo de miles de años, del estudio, el trabajo y el esfuerzo conjunto de millones y millones de seres humanos. Cada uno aportó, desde su área de conocimiento especializado, su granito de arena. Tanto hemos avanzado que, desde hace milenios, nadie sabe todo. Hoy en día todos estamos en alguna medida especializados y dependemos de un sinfín de especialistas en nuestra vida diaria. Para que pudiésemos saber todo de todo, tendríamos que volver a vivir en la prehistoria. Los profesores nos especializamos en la transmisión de este conocimiento acumulado. La capacidad de transmitir saberes requiere una especialización, unos conocimientos específicos. Lo que distingue a un maestro o profesor, sobre todo en las etapas obligatorias, no son solo sus conocimientos de una materia en concreto, sino su especialización en la transmisión de esos conocimientos. Sin embargo, en las últimas décadas nuestra “especialización” (conocimientos y capacidad de transmitirlos) se ha desdibujado con la llegada de frases como “aprender a aprender”, “el control de su propio aprendizaje”, “el aprendizaje compartido”. A quienes son ajenos a nuestra profesión, estas frases les pueden sonar a algo muy moderno, pero los conceptos englobados son una parte intrínseca de la definición de maestro y no suponen La desautorización del profesor o la vuelta a la prehistoria Carolina Fernández del Pino Vidal Vicepresidenta de ANPE-Madrid Los profesores nos especializamos en la transmisión del conocimiento acumulado 4
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