Buzón de Alcance 201

U NA de las acepciones que la Real Academia da para “igualdad” es “conformidad de algo con otra cosa en naturaleza, forma, calidad o cantidad”. Por otro lado, define la equidad como “disposición de ánimo que mueve a dar a cada uno lo que se merece”. La equidad puede implicar desigualdad, ya que, si tomamos en cuenta el punto de partida de cada uno y pretendemos que todos lleguen al mismo objetivo, habrá que dar a unos más que a otros. Es la aplicación de la desigualdad como camino hacia la igualdad. Las sociedades avanzadas buscan la igualdad de oportuni- dades y consecución de objetivos compensando y respe- tando diferencias que pueden darse por origen, género, clase social, creencias religiosas, costumbres culturales, capacidades o ritmos de maduración. En educación, para lograr esta meta, durante décadas se han implantado políticas que permitían flexibilizar currí- culos, metodologías, objetivos, criterios de evaluación y adaptaciones de otro tipo. Nunca he entrado en un aula donde las personas fuesen ni remotamente iguales. Cada uno traía consigo su bagaje vital y sus capacidades personales. Cada uno de los alumnos que he tenido ha sido único. No son iguales ni van a alcanzar los mismos objetivos. No tienen los mismos intereses ni las mismas capacidades. Obviar esta realidad es condenar a nuestros alumnos a un sufri- miento innecesario. Hay unos mínimos que debemos exigir a la mayoría, pero aun con todos los recursos que tenemos o podríamos tener para compensar las distintas situaciones y realidades, estos mínimos no siempre se pueden alcanzar. Creo que una sociedad justa debe buscar potenciar a cada uno de sus integrantes al máximo de sus posibilidades e intentar com- pensar las desigualdades que puedan existir por razones de entorno o características per- sonales. Pero también creo que imponer la igualdad por encima del sentido común, sin tener en cuenta el bienestar o la rea- lidad de los individuos, solo en base a un interés polí- tico –captar adeptos, quedar bien con lo políticamente correcto o acaparar atención mediática– tiene poco o nada que ver con la educación, los alumnos y sus distintas rea- lidades, y mucho menos con la igualdad y la equidad. Políticos y demagogos se benefician de lo mediática que resulta la educación y se abalanzan a teorizar y legislar sin sopesar la consecuencia de sus acciones ni consultar a los profesores, los verdaderos profesionales con experiencia a pie de aula. El problema de la educación no es una cuestión de pro- yectos rápidos de tal o cual partido, sino que requiere N U E S T R A O P I N I Ó N 5 Igualdad y equidad Dos conceptos contrapuestos y complementarios Carolina Fernández del Pino Vidal Vicepresidenta de ANPE-Madrid Una sociedad justa debe buscar potenciar a cada uno de sus integrantes al máximo de sus posibilidades

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