Buzón de Alcance 198

unos parajes ocupados casi en su totalidad por los atochares (término que proviene del mozárabe) o campos de esparto. Por esta razón, fueron muchas las críticas que suscitó la elección del lugar para la construcción, puesto que no se entendió bien por parte de los madrileños que se ubicase tan lejos. Sin embargo, la elección del arquitecto, o más bien de la Reina María Cristina, estaba fundamentada en la pretensión de descongestionar el centro de la capital. Madrid contaba por entonces con medio millón de habitantes que convivían diariamente con un trasiego incesante de más de tres mil carruajes tirados por animales, lo que daba lugar a dos pro- blemas para los que se comenzaba a buscar solu- ciones: uno de “tráfico” y otro de higiene y salud pública, a causa de los excrementos esparcidos por toda la ciudad de caballos, mulas y bueyes. Ricardo Velázquez nos invitó a subir la escalinata para comenzar la visita, y fue ya en el interior del Palacio cuando, sorpresivamente, apareció otro per- sonaje del pasado, la señorita Elisa, una joven aprendiz de Arte y Arquitectura, alumna del arqui- tecto, adelantada a su tiempo, de fuerte carácter y reivindicativa de unos derechos de igualdad entre hombres y mujeres extraños e inexistentes en su época. Entre los dos, comenzaron a explicar cómo se concibieron y construyeron las magníficas esca- leras que acabábamos de ascender. Más de siete mil metros cúbicos de mármol blanco se transportaron desde Italia y desde Robledo de Chavela para mate- rializar la idea del arquitecto: crear una magnífica luminosidad mediante el reflejo sobre la piedra de una cortina de luz proveniente de la bóveda, actualmente cegada. La visita continuó al ritmo marcado por una extraordinaria teatralización en la que los actores, entre bromas, digresiones sobre las costumbres de la época y galantes diálogos sobre el papel de la mujer en la sociedad del siglo XIX, nos fueron expli- cando todos los detalles del proyecto de construc- ción, los motivos decorativos y los actuales usos de las diferentes estancias. Especial curiosidad nos despertó el actual despacho del ministro de Fomento, anexo a la Sala de recep- ciones, un gran salón presidido por una imponente mesa ovalada para reuniones, hoy conocida como sala de los micrófonos. En su tiempo, la estancia estuvo provista de magníficos estucos, frisos y mol- duras, que fueron suprimidos a mediados del siglo XX debido a la influencia de la llamada “arquitec- tura funcional”. No obstante, de aquel esplendor quedan todavía unas columnas jónicas rematadas en jade y un tapiz del siglo XVIII que representa a Ciro salvando a Creso de la hoguera . Acompañando a Ricardo Velázquez y a la señorita Elisa, llegamos a la galería de los retratos. En las pare- des del larguísimo y ancho pasillo se exponen las pin- turas y fotografías de todos los ministros que ocupa- ron el Palacio. Destacan las de Juan de Dios Álvarez Mendizábal, político liberal que se convirtió en el principal protagonista de la Revolución liberal espa- ñola y artífice de la desamortización de 1836; de José María de Salamanca y Mayol, primer marqués de Salamanca, influyente estadista, destacada figura aristócrata y social y hombre de negocios que dio nombre al actual barrio madrileño, o de Luis Marichalar y Monreal, político conservador que fue alcalde de Madrid y ministro de Guerra y de Fomento. Los actores fueron reconstruyendo, a partir de los comentarios sobre cada uno de los personajes y su tiempo, la historia arquitectónica, política y social de Madrid, desde el final del agónico imperio colo- nial hasta la actualidad. La última etapa de la visita se centró en el gran lucernario construido con cris- tal y hierro, forjado en los Altos Hornos de Vizcaya y cuyo diseño, al parecer, inspiró el de las célebres entradas de las bocas de metro de París, realizadas a partir de 1899. O al menos así nos lo contaron, minutos antes de regresar al pasado, Ricardo Velázquez y la señorita Elisa, que aquella misma noche se fugaba a la capital del Sena con un ena- morado y joven arquitecto francés, huyendo de un matrimonio de conveniencia impuesto por su padre. A c c i ó n s o c i a l 28

RkJQdWJsaXNoZXIy ODE4NjI=