Buzón de Alcance 191

N U E S T R A O P I N I Ó N 6 Carolina Fernández del Pino Vidal Secretaria de Acción Sindical H ace unos días, zapeando en busca de algo que ver, me paré un breve instante en un conocido programa de debate político que ameniza nues- tros sábados. No tuve tiempo de darme cuenta de lo que estaban hablando pero el lenguaje corporal, los gestos, los gritos me hicieron caer en la cuenta de que el ambiente banal, agresivo, superficial y carente de con- tenido era exacto al de “Sálvame Deluxe”, fabricado a base de mentiras, medias verdades y hechos y argumen- tos irrelevantes o distorsionados. El golpe de realidad me hizo comprender lo que ya sabía: nuestro panorama político se rige por titulares y está carente de debates profundos, negociaciones sinceras y preocupación por el futuro de nuestra nación. La edu- cación, por tanto, también. Polémicas absurdas, por la superficialidad con la que se debaten, atrapan durante semanas la atención de la sociedad. Todo el mundo pien- sa que tiene los conocimientos necesarios para opinar y dictaminar sobre nuestra parcela profesional y vemos cómo estallan incoherentes intercambios en las redes sociales, basados en argumentos inexistentes más allá de opiniones personales sobre deberes, modelos nórdicos, evaluación del profesor, el papel del profesor, métodos innovadores, nuevas tecnologías, la conveniencia de tal o cual asignatura… Y esto no sería grave si el nivel de debate, de argumen- tos, de profundización solo afectase a estas criaturas de las redes. Lo grave es que, como nación rendida ante las nuevas tecnologías y ya acostumbrados a recibir y trans- mitir pensamientos en 140 caracteres o imágenes impactantes, no parecemos estar dispuestos a invertir el tiempo necesario para hacer un análisis profundo, que demanda paciencia y esfuerzo y además requiere dejar las “religiones” políticas en casa. Sin hablar de otra enfermedad de nuestros tiempos, que es la de no que- rer aceptar realidades incómodas sobre el presente y el futuro. La educación, como el futuro de las pensiones, la sani- dad y otros tantos temas de suma importancia para nuestro país requieren un debate honesto basado en un análisis y diagnóstico de la situación global y específi- co de cada tema. La reforma educativa que tan- tos reclaman a la de “ya”, como si fuese una entrada al cine, se debe basar en un análisis veraz y completo de la situación real de nuestro sistema educativo, donde habría que diagnosticar dónde se están obteniendo los resultados deseados y dónde no, y buscar las razones detrás de estas carencias, si las hubiese, antes de lanzarse al cambio sin una reflexión previa de las con- secuencias de estas novedades novedosas. Pero también requie- re una declaración clara de intenciones. ¿Qué objetivos que- remos lograr obligando a todo ciudadano a estudiar un mínimo de 12 años? ¿Qué objetivos mar- camos teniendo en cuenta las futuras necesidades del país o A golpe de titulares La política al estilo “Sálvame Deluxe”

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