Buzón de Alcance 191

denominado “Formación, buenas prácticas y reconoci- miento de la labor docente”, y por tanto tampoco hay ninguna actuación para reforzar su papel y autoridad. La alusión a la Mesa Sectorial es meramente testimo- nial y se circunscribe textualmente, en la actuación 19, a “promover en el ámbito de la Mesa Sectorial, medidas que permitan mejorar las condiciones laborales”. No se menciona su papel en la interlocución con la Adminis- tración ni en el plano educativo, técnico y profesional, en atención al papel protagónico que juega el profeso- rado en el proceso educativo. Por contra, en el Eje uno, “Participación y Diálogo de la Comunidad Educativa”, se hace referencia al Consejo Escolar, a la participación de las familias, los equipos directivos y los estudiantes, pero nada se dice de la participación del profesorado en las cuestiones educativas. Respecto al Observatorio por la Convivencia de la Comunidad de Madrid, al que se alude en la actuación 61, habla por sí solo el hecho de que, entre sus veinte miembros, solamente haya un representante del profe- sorado designado por el presidente del Consejo Escolar en representación de los más de noventa mil docentes de la Comunidad de Madrid. En cuanto a los tiempos, tareas y calendario escolar se ha cedido a la tentación de establecer “una comisión de expertos que elabore un documento de recomendaciones y buenas prácticas en relación a las tareas escolares, tanto para la Primaria como para la Secundaria en 2017”. Este asunto debería quedar al margen de un pacto educativo, pues constituye una injerencia en el ámbito profesional y de la autonomía de los centros y evidencia una desconfianza dañina en el quehacer docente que constituye el más grave obstáculo para configurar un sistema educativo de calidad. Sin con- fianza en los docentes, no habrá una mejora de la edu- cación y del rendimiento de los alumnos. Se pretende adelantar los exámenes extraordinarios de bachillerato y de la ESO de septiembre a junio, para lo que se propone en una de las actuaciones modificar el calendario escolar. Un asunto que requiere valorar rigu- rosamente los pros y contras y una negociación de las partes implicadas, especialmente de la Mesa Sectorial de Educación. Echamos en falta en un documento de tanta trascen- dencia que no se pongan de relieve los aspectos que funcionan en la educación regional. Así se evidencia tras los últimos resultados de los informes PISA y TIMMS, donde tan bien parados salen los escolares madrileños —Madrid se sitúa como una de las comunidades punte- ras en España, homologable a países como Finlandia, Noruega o Suecia—, gracias a un profesorado al que incomprensiblemente se le pide más y variada formación y que cambie su forma de enseñar. No se contempla una evaluación integral del sistema edu- cativo madrileño, demandada por ANPE, que constituiría E d i t o r i a l 4 Entre los veinte miembros del Observatorio por la Convivencia madrileño, solo hay un representante del profesorado En cambio, se definen actuaciones sobre evaluación del profesorado y los centros educativos que suscitan nuestro rechazo Sin confianza en los docentes, no habrá una mejora de la educación y del rendimiento de los alumnos

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