Buzón de Alcance 189

LL EVAMOS casi un año de debate, un curso entretenido oyendo a expertos, debatiendo con ellos, llenando paneles de ideas, plantean- do propuestas en el Consejo Escolar y por fin tenemos un documento de 119 páginas, con 93 objetivos o actua- ciones, lleno de buenas intenciones y… ¿Cómo desarro- llarlo? ¿Con qué medios contamos? Debemos ser realistas, serios y rigurosos. La comunidad pionera en los recortes en educación y a la cola en inver- sión con respecto al PIB debe comenzar como priorita- rio volver a la situación anterior a 2010, donde, por poner algún ejemplo, con muchos menos alumnos (según el propio borrador, solo en este último curso han aumen- tado en 14.731) teníamos unos 1500 profesores más, donde poseíamos una tasa de interinidad inferior al 10%, llegando hoy alrededor del 20%. Todo esto ha significa- do que han aumentado las ratios– tenemos la ratio media más alta de España–, que ha aumentado el horario lec- tivo al profesorado de Secundaria, que han disminuido los apoyos y refuerzos en Primaria, que ha aumentado el empleo precario, etc. En definitiva, han empeorado las condiciones laborales de los docentes y la calidad del ser- vicio educativo, a pesar de la voluntariedad, la labor vocacional y la profesionalidad del profesorado. En Madrid tenemos experiencia en la firma de Acuerdos Educativos. Previo a las transferencias en enero de 1999 firmamos uno y en 2005 otro. Fueron acuerdos con unos objetivos claros y precisos, inferiores en número, que además de crear unas condiciones favorables para abor- dar la resolución de los problemas educativos, entre sus logros caben algunos tan importantes como la mejora de las condiciones del profesorado, la atención especial al alumnado de compensación educativa, la mejora de las infraestructuras, la apertura y utilización de los cen- tros educativos fuera del horario escolar, el incremento de plantillas, etc., y aunque se quedó sin desarrollo uno muy demandado, por imperioso y necesario, como es la dotación de personal auxiliar para la Educación Infantil , fueron acuerdos beneficiosos para toda la comunidad educativa y se firmaron sin tanto debate, sin tanta comisión de expertos y sin tanto tiempo de “medi- tación”, pero eso sí, partíamos de un presupuesto, en 2005, de 1.603.800 € . No fueron acuerdos políticos, fueron acuerdos educati- vos firmados con los agentes sociales. Sin duda más fácil de lograr el consenso, aunque como punto de partida ahora parece que sin efecto jurídico vinculante, la Asamblea de Madrid sí ha logrado algún acuerdo: el abono de oficio de emolumentos reconocidos por vía judicial a profesores (¡tiene gracia que ni siquiera tras cadena de sentencias favorables, haya que pasar por caja para que se reconozca el derecho!), la derogación de la normativa de elección de directores, (¡después de la tor- menta, a ver si viene la calma!), el incremento del pre- supuesto para el mantenimiento y la construcción de centros docentes (¡no los vamos a dejar caer!), la racio- nalización de los deberes (¡hay que contentar hasta a los que proponen la insumisión!), la elaboración de una Ley de Convivencia Escolar (¡ojo, no vayamos a retroceder!) o el reconocimiento de las vacaciones de los profesores interinos (¡ya era hora!). Bueno es que los políticos se pongan de acuerdo. La pena es que solo sea para fijar buenas intenciones, carentes de poder de ejecución. Buenas intenciones es lo que hay en estos momentos, que si queremos que dejen de serlo y plasmarse en rea- lidad debemos de acompañarlas del rigor necesario, ale- jado de los titulares de prensa y fijando como eje esen- cial al profesorado, siendo para ello ineludible la nego- ciación en paralelo de un nuevo Acuerdo Sectorial. Desde mi humilde punto de vista se debería en primer lugar revertir la situación, cumplir alguno de los aspec- tos pendientes del acuerdo de 2005, como la dotación de auxiliares en Infantil o el logro de la escolarización equilibrada de los alumnos con necesidad de apoyo edu- cativo, y luego mejorarla. Con estas premisas, podremos comenzar a negociar. Sin desmerecer para nada el docu- mento de propuestas del Consejo Escolar, en el que per- sonalmente participé. Si no se hace así, el profesorado pensará: ¿qué hay o puede haber más allá del documen- to de propuestas? 9 Manuel Diez Diez Secretario estatal de Acción Social de ANPE C O L A B O R A C I Ó N Acuerdo educativo madrileño ¡Al grano!

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