Buzón de Alcance 187

N u e s t r a o p i n i ó n 11 S EPULTADOS bajo ingentes cantidades de declara- ciones, jornadas, observatorios, foros, blogs y más sobre educación, el pasado 9 de febrero vemos un rayo de luz: nueve reales academias españolas, integra- das en el Instituto de España, presentan su propuesta de un pacto de Estado para la educación , cuya lectura recomendamos encarecidamente. ¿Por qué tan sabias disquisiciones no han tenido, a nues- tro entender, gran divulgación? ¿Será que no encajan en el “discurso oficial”, en el cual parece plantearse una incomprensible pugna entre pedagogía y conocimientos, donde estos son derrotados por knock out ? Terrible sería admitir que esta es la respuesta, consideración que sometemos al buen entender de los lectores. Ya era hora de que el sentido común –cuya escasez en estos tiempos lo convierte en una forma de erudición–, impregnara un texto sobre este tema. ¿Qué menos podí- amos esperar los educadores de instituciones surgidas bajo el signo de la razón, “como centros de cultivo del saber y de difusión del conocimiento”, según la web del Instituto que las agrupa? El documento manifiesta la decepción que experimen- tan sus firmantes al constatar que, tras décadas de refor- mas en el ámbito educativo, no se han alcanzado los resultados esperados, situación que un pacto de Estado habría evitado, al establecer unos objetivos –ni muchos ni muy complejos– al margen de vaivenes políticos o ideológicos. Misión imposible. Ítem más. Para alcanzar la estabilidad, la sociedad civil debe comprometerse con esta tarea a través de la fami- lia, cuyo papel en la educación es insustituible. Incuestionable. Pero los académicos dan otro paso y recuerdan la vene- ración y el respeto de la sociedad a los profesores, en tiempos pre-prosperidad, y la gran paradoja de encon- trarnos hoy, tras haber despertado “del sueño de que éramos nuevos ricos”, con que uno de los problemas más En la página 79 de este “libro” se formula la siguiente pregunta: ¿Por dónde empezamos? Aunque os agra- dezco la infinidad de propuestas que sugerís, yo os animo a que empecemos por el sentido y la significa- tividad del aprendizaje . El término “aprendizaje significativo” es introducido por Ausubel en la década de los años sesenta, aunque en nuestro país se ha popularizado más tarde. Aprender de forma significativa consiste en establecer vínculos sustantivos entre los contenidos que el alum- no posee y los contenidos del nuevo aprendizaje, pro- duciéndose una modificación de los conocimientos pre- vios a través de la memoria comprensiva. Para que este tipo de aprendizaje llegue a producirse, es necesario el concurso de una serie de condiciones: garantizar la sig- nificatividad desde la perspectiva de la estructura psi- cológica del alumno, asegurar la significatividad lógica basada en la estructura ordenada de la materia y hacer constar la significatividad desde el plano de la propia funcionalidad de lo aprendido. Esta forma de aprender conlleva unas claras implicaciones educativas en la consideración de los contenidos, en el pro- pio alumno y en la intervención de los educadores, que constituye una ayuda , pues es el alumno quien procede a la construcción en último término. Pero no debe olvidarse que es una ayuda insustituible, en tanto que el profesor, que conoce dónde puede y debe llegar el alumno, le guía y le proporciona los recursos y el andamiaje necesarios para que los significados que éste construye se aproximen pau- latinamente a los del currículo escolar. Aunque esto os parezca palabrería, los docentes lo apren- demos antes de adquirir nuestra condición de funcionarios. Por eso os aconsejo que empecéis por poneros en nuestro lugar para desarrollar empatía, una de las habilidades cla- ves para la vida. Y antes de hacer propuestas, entrar en el aula de nuestro país y desde ahí estamos dispuestos a empe- zar por ese cambio educativo que proponéis. Lo que saco en claro de este exposición de 86 páginas es que, si se nos quiere enseñar algo, que se nos ense- ñe a filosofar. Esto sí se les da muy bien a los que han elaborado este maravilloso “libro”. Pacto de Estado para la educación Gracias, señores académicos Rosalía Aller Maisonnave Secretaria de Comunicación

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