Buzón de Alcance 175

2 7 B u z ó n a b i e r t o No, no es mi intención defender a un opositor que crea que una gallina es un mamífero, ni entrar a valorar el sistema de oposición de otra comunidad autónoma, pero siento la necesidad de declarar que lo que Lucía Figar –consejera de Educación de la Comunidad de Madrid– preten- de es degradar aún más la imagen del profeso- rado de la enseñanza pública con una campaña de desprestigio que le viene muy bien para sus fines, que van encaminados a cambiar cuestio- nes legislativas que beneficien a la enseñanza privada en detrimento de la pública. El informe presentado a los medios de comuni- cación, que había permanecido inédito hasta ahora y que se centra en las polémicas pruebas que se desarrollaron en 2011, es una bomba de relojería, y pone de manifiesto que muchos titu- lados en Magisterio (muchos de ellos titulados en universidades privadas, todo sea dicho de paso) no poseen conocimientos básicos de cul- tura general; aun así, se trata de una sesga muy meditada y oportunista. Además, si fuese cierto que los conocimientos de los titulados en Magisterio dejan mucho que desear, ¿de quién sería la culpa? ¿No sería consecuencia de los pla- nes de estudios fallidos diseñados por los políti- cos responsables de educación? Seleccionar las respuestas más disparatadas, lo puramente anecdótico del asunto, es de lo más sensacionalista y manipulador, y le sirve para tildar de analfabetos a todo un colectivo, y dentro de él a los interinos. Sabemos, aludien- do a los políticos, que Angela Merkel fue inca- paz de situar Berlín en un mapa, que Federico Trillo no sabe en qué continente está Lesotho y que Sarah Palin afirmó que Rusia y Alaska eran dos países próximos entre sí. Además, si le damos la vuelta a la tortilla, ¿son esas preguntas dignas de un examen que pre- tende seleccionar a los mejores? En realidad, todo el proceso de selección ha sido cuestio- nado y ha recibido un aluvión de reclamacio- nes, así que todo este revuelo mediático le sirve a Figar como cortina de humo y para seguir atacando a los interinos. Me gustaría comparar estos resultados con los de las prue- bas de acceso a la enseñanza concertada, pero, claro, estos no tienen, o con los exámenes que hacen los políticos parar llegar a ciertos pues- tos, pero, mira por dónde, estos no tienen que aprobar ninguno. Conozco el tema de las oposiciones de cerca. Antes de aprobar la oposición y ser funciona- ria de carrera en Secundaria, fui profesora interina habiendo aprobado los exámenes de las oposiciones con notas altas en varias oca- siones, pero sin plaza, como muchos de mis compañeros de trabajo. Además, también tra- bajé en un centro privado de enseñanza regla- da como profesora, donde me contrataron gracias a un amigo, que es como suele funcio- nar el acceso a este tipo de centros: amista- des, familiares y antiguos alumnos copan los claustros de los colegios concertados. ¿Por qué no hay exámenes de acceso libre a la concertada si se paga con dinero público? ¿Y cuándo, pregunto yo, tendremos oposiciones a cargos políticos? Si fuese así, otro gallo nos cantaría. Maestros que suspenden A propósito de las oposiciones a docentes convocadas en Madrid La Nueva España, Avilés, 3 de abril de 2013. El rompecabezas Por: Natalia Menéndez Profesora y poeta

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