Buzón de Alcance 173

E D I T O R I A L 4 El problema más grave de este país es la edu- cación. Los que estamos en contacto con los centros, en la trinchera educativa día a día, así lo creemos. Mientras la sociedad civil y la clase política no tengan entre sus prioridades más y mejor educación, no saldremos de esta crisis económica y moral que causa estragos y no será posible la apremiante regeneración que se reclama en todos los órdenes. En estos momentos de continuos recortes, el juicio se torna pesimista. Sin horizonte claro y descreídos, transitamos por un callejón sin salida y percibimos que resurgen los viejos males de España, evidenciándose los vicios ocultos del sistema social y político y la fragi- lidad de la escala de valores que sustenta la arquitectura común de nuestra convivencia. Está en ciernes una nueva reforma educativa –la LOMCE– cuyo trámite parlamentario se iniciará próximamente y donde deberán modificarse sus aspectos más polémicos. A estas alturas, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte aún no ha convocado a la Mesa Sectorial de Educación en la que pueda escenificarse el imperativo diálogo previo con las organizaciones representativas del profe- sorado de la enseñanza pública. Bien es cier- to que algunas de ellas tampoco desean que se produzca esta cita ni van a participar en ningún diálogo ni debate, pues su oposición a cualquier cambio es frontal. La LOMCE nacerá con los mismos vicios y defectos que sus predecesoras: partidista, con apoyos insuficientes, ideologizada por su vigo- roso enfoque economicista y de libre compe- tencia, y sin el consenso político imprescindi- ble para perdurar. La incapacidad crónica para fraguar acuerdos mínimos de los dos grandes partidos en cuestiones de estado, y menos un pacto por la educación –como insistentemen- te hemos reclamado desde ANPE–, se pone de manifiesto ante la actual situación de emer- gencia nacional. Los intereses territoriales y localistas, y los aspectos ideológicos que impregnan la educación española se antepo- nen a cualquier criterio objetivo o de interés común e impiden también el acuerdo necesa- rio para la mejora del sistema educativo, pie- dra angular de nuestro devenir. Se sigue empleando demagógicamente la edu- cación como arma de confrontación política. Unos la consideran inmutable en su diseño y estructura, coto privado y elemento clave de transformación social. Otros dan por perdida de su esfera de influencia a la educación públi- ca y ponen el énfasis de sus planteamientos educativos de fondo en favorecer los intereses Consenso, diálogo y negociación, ausentes en nuestra educación Por: Francisco Melcón Beltrán Presidente de ANPE-Madrid Mientras la sociedad civil y la clase política no tengan entre sus prioridades más y mejor educación, no saldremos de esta crisis económica y moral

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