Buzón de Alcance 173

2 7 D E F E N S O R D E L P R O F E S O R Nunca terminé de entender la omertá, o ley de silencio, que se pretende imponer en el ámbito escolar. Me refiero a la actitud de con- descendencia y estoicismo con el que supues- tamente el profesor debe admitir que, vía red social entre otras, se le injurie, insulte o calum- nie hasta acabar con su prestigio profesional. La importancia del hecho se minimiza e intenta acallarse desde los consejos, no faltos de buenas intenciones, del que no lo sufre en sus carnes. Y nos volvemos a equivocar. En contra- posición con nuestra teoría de que no hay mejor desprecio que no hacer aprecio , se contrapone la de padres y alumnos de que el que calla, otor- ga . De esta forma la bola de nieve se alimenta de comentarios maledicentes hasta convertirse en un alud de mentiras que acaba por aplastar- nos. No, no se trata de exagerar hechos pero sí de darles la importancia que tienen. No nos quepa duda: las redes sociales manejadas por padres o adolescentes pueden convertirse en nuestra peor pesadilla si alguien se lo propone y si nosotros, una vez que tene- mos conocimiento de los rumores e infundios, no actuamos con celeridad. La primera actuación recomendable es la de hacer una captura de pantalla (imprimir). Esta captura no solo nos servirá en el caso de que alguna persona quiera presentar alguna denun- cia ante la existencia de un hecho penal como injurias o amenazas, sino también para llamar al orden y de forma oficial a las personas que ejer- cen como jueces y verdugos de nuestra fama y nuestra honorabilidad profesional como educa- dores y como personas. No estaría de más que en el Reglamento de Régimen Interno de los centros se recogiese el protocolo a seguir en cualquier clase de ciberacoso escolar, a alumnos o profesores, así como las consecuencias que se derivarían de estos hechos para el que cometa este delito. Recientemente ha sido noticia en los medios de comunicación el ciberacoso escolar por las dimensiones que está adquiriendo entre los escolares. La alarma parece haber surgido en bastantes institutos catalanes tras la aparición en las últimas semanas de pági- nas de rumores anónimos Informer en la red social Facebook y la aplicación para iPhone Gossip , donde se han detectado insul- tos y amenazas, acciones que con más fre- cuencia de la esperada y deseada llevan a cabo los alumnos en el entorno escolar. Hemos llegado a un punto de inflexión del que es necesario salir, y para ello debemos apelar a la acción coordinada y responsable de toda la sociedad: padres, medios de comuni- cación, expertos en nuevas tecnologías, auto- ridades competentes y educadores. La comunicación en red puede ser una buena herramienta a la hora de relacionarnos, pero también es cierto que si no ponemos reglas podemos dejarnos arrastrar por un mundo virtual que acabe por hacernos perder la perspectiva de lo que pasa en la vida real. Y en la vida real los actos sí tienen consecuen- cias o deberían tenerlas, ya que se está hacien- do daño a personas a las que sin comerlo ni beberlo se las sitúa en el ojo del huracán con ánimo de destruirlas social y profesionalmen- te. La gracia y la diversión solo las ve como tales quien inflige el daño, no el que lo sufre. Pesadilla en la red Por: Inmaculada Suárez Valdés Defensor del Profesor de ANPE-Madrid Secretaria estatal de Comunicación de ANPE

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