Buzón de Alcance 165

“ S Í, no, no, sí”,… “Tuya, mía, mía, tuya”… “Primero tú, luego yo”… “Empieza tú”… “No, empieza tú”… Donde digo “digo”, digo “Diego” y hago lo que quiero. Eso es lo que estamos viviendo, en estos momentos, con la gestión de la educación en España, y, más concretamente, con la convocatoria del proceso selectivo correspondiente al presente curso. ¿Y mientras, ¿el Ministerio de Educación qué? Una reunión, otra reu- nión y todo como al principio. Uno Hasta se podría pen- sar: “¿Para qué sirve?”. Cuando uno quiere contentar a todos, al final no con- tenta a nadie. Lo que mal empieza es difícil que pueda acabar bien. Ya el Real Decreto 276, de ingreso y acce- so a la Función Pública Docente, comenzó, en 2007, con una redacción abierta, imprecisa y falta de criterio uni- forme, y así tiene visos de finalizar el periodo transito- rio de aplicación. Ha permitido que cada Comunidad Autónoma haga lo que crea conveniente a la hora de aplicarlo. En unas administraciones se aplica informe, sustitutivo de la parte B2, en otras no; en unas se aplica prueba prác- tica, en otras no; en unas se valora agrupada la for- mación permanente y académica, en otras por separa- do, y ahora, tras cinco años de implantación, por lo tanto finalizando el periodo transitorio, vuelven el dis- late y la controversia. El Gobierno, en este caso no el ministerio, con fines exclusivamente de imagen, ya que no implica ahorro de gasto público, establece un lími- te en la tasa de reposición de efectivos, donde que cada Comunidad Autónoma, la está interpretando como le parece y va a convocar el número de plazas que crea oportuno. Y mientras, los interinos y opositores en el más absoluto desconcierto y ¡a opositar a un cuerpo estatal! Al menos por el momento. Sinceramente creo que esto es un caos y un desorden generalizado y así no puede, o al menos no debe seguir. Urge poner orden y le corresponde hacerlo a quienes han permitido el desorden. Políticos de UCD, PSOE, PP y PSOE por este orden; esto no es culpa de uno o de otro: es culpa de todos los que han ido gobernando, que no han hecho otra cosa que utilizar la educación como arma política arrojadiza. Recuerdo las palabras de un ex ministro de Educación de UCD, acerca de cómo había apoyado, en su día, las trasferencias a las Comunidades Autónomas, con la idea de que una Alta Inspección garantizase la cohesión y la unificación de criterios, a la vez reconociendo que ésta no había funcionado. El mal está ahí, somos muchos los que lo reconocemos., Algunos ya, hasta defienden la marcha atrás, con la devolución de competencias. Personalmente, como profesor y como maestro, antes nacional, ahora…, lo único que me interesa es un Ministerio de Educación, con competencias para liderar e implantar el orden, la vertebración y la cohesión del sistema educativo, con la garantía de poder cursar estudios en castella- no en toda España. Si actualmente no tiene esas competencias, las tiene que adquirir. No puede ser que se haga un Real Decreto y surjan las dudas sobre su aplicación por la confronta- ción con una ley autonómica y, por lo tanto, no se apli- que. Ejemplos tenemos y ¡no pasa nada! Apremia un acuerdo político entre Partido Socialista y Partido Popular para poner orden y dar a la Educación la importancia que tiene en el desarrollo de un país, y todo ello con un Ministerio de Educación con compe- tencias, no sé si plenas o no, pero con competencias para liderarla. El Ministro Gabilondo, en acción que le honra, hizo el primer intento, fallido, por desgracia. Ahora es necesario que otros lo intenten y lo logren. En nuestro entorno próximo, la Comunidad de Madrid , no sé si fruto del contagio, de la improvisación, del oportunismo político o de quée, pero su caos y desor- den han seguido las mismas pautas. Ahora, no hay opo- siciones, ratifico el “no”, luego “sí, yo no voy a ser menos, me salto la tasa de reposición como los demás, y si hace falta hasta el proceso”, luego “no, las leyes están para cumplirse”… y todo esto con la prensa como único medio de difusión e información y con la más absoluta desconsideración hacia la Mesa Sectorial, que en definitiva, es menosprecio hacia el profesorado, pues los sindicatos no somos otra cosa, que sus legítimos representantes. Una vez más, política, política y más política en vez de educación, educación y más educación… para salir de la crisis. Manuel Diez Diez Vicepresidente de ANPE-Madrid Secretario estatal de Acción Social de ANPE Gestión de la educación en España: caos y desorden generalizado N u e s t r a o p i n i ó n 5

RkJQdWJsaXNoZXIy ODE4NjI=