Buzón de Alcance 165

23 C E N T R O S P A T R I M O N I A L E S E N nuestra Comunidad, la educación musical y de declamación están ligadas desde su inicio, ya que llegaron de la mano de María Cristina de Nápoles, que al contraer matrimonio con Fernando VII inauguró, bajo la dirección del cantante Francesco Piermarini, el Real Conservatorio Superior de Música y Declamación de María Cristina. Su inauguración el 15 de julio de 1830 fue recogida por La gaceta de Madrid donde, ejerciendo de cronista, Mesonero Romanos explicó: “Fernando, estimulado por el ejemplo de su esposa, quiso fundar algún establecimiento de institución que respondiera a necesidades de otro género y creó por aquellos días la Escuela de Tauromaquia de Sevilla; pero, sin embargo, dejándose fascinar por las gracias y el talento de Cristina, concurría con ella a las funciones del Conservatorio, aunque tal vez lo hubiera hecho de mejor gana a las del liceo de Sevilla.” Este Conservatorio, dependiente de la Corte, se situó en el palacio del Marqués de Revillagigedo en la calle de Isabel la Católica. En 1850, poco después de la inaugu- ración del Teatro Real con La favorita Donizetti , se deci- de que el Conservatorio se instale en la parte posterior del teatro, en un amplio salón de baile. En 1925 apare- ce una gran grieta que hace necesario trasladarlo al Teatro de la Princesa. En la década de los 40, el Estado compra el Palacio Bauer, en la calle San Bernardo, para convertirlo en la sede del Conservatorio. Aunque en 1952 la sección de Declamación del Conservatorio pasa a llamarse Real Escuela Superior de Arte Dramático, las dos instituciones siguieron convi- viendo en esta sede hasta 1966, cuando una vez más se trasladaron a las instalaciones del Teatro Real. La Escuela Superior de Canto de Madrid no se fundó hasta 1970, y fue entonces cuando la música volvió al Palacio que la sigue albergando. El Palacio es un edificio del siglo XVIII, construido para residencia de los marqueses de Guadalcázar, que en el siglo XIX pasó a ser propiedad de la familia Bauer, ban- queros ligados a los Rothschild. Llevaron a cabo una gran reforma a cargo del arquitecto Arturo Mélida Alinari. El Palacio es de gran belleza y cabe destacar los traba- jos en la escalera de entrada, el Salón de Baile con su conjunto de pinturas murales y cuatro hornacinas en cerámica vidriada, con temas del mundo antiguo y egip- cio pero especialmente la Sala de las Cuatro Estaciones. Además, alberga cuadros muy interesantes del museo del Prado y tapices de la Real Fábrica de Tapices. Escuela Superior de Canto, de Madrid

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