Buzón de Alcance 161
A N P E a l d í a En estos últimos seis años el esfuerzo realizado ha sido titánico, pero quizás más que el esfuerzo habría que valorar las estrategias utilizadas, la capacidad para la negociación, el oportunismo sindical, el prestigio de las acciones emprendidas, el conseguir ser siempre un inter- locutor que nunca ha defraudado. Valoro así mismo especialmente el trabajo de los delegados, que hizo posi- ble la puesta en marcha de esta estrategia. Todo esto ha hecho de ANPE-Madrid un sindicato admi- rado incluso por nuestros adversarios sindicales. La pla- nificación realizada en las elecciones de 2006 fue un modelo de estrategia que ha llevado a nuestros adver- sarios sindicales a pensar que ANPE-Madrid había con- tratado a una consultoría para el diseño de nuestra ges- tión sindical. El resultado tan espectacular en las últi- mas elecciones dotó a ANPE-Madrid de un número mucho mayor de liberados, que abría las vías a un sin- dicalismo más eficaz. Podemos decir que después de las elecciones de 2006 ANPE-Madrid consiguió, como vul- garmente se dice, llenar grandemente el zurrón. Después de situar a nuestra organización en la cúspide sindical, es el momento de cuidar todas las virtudes que nos dieron tan buenos réditos, porque si no nos cuida- mos corremos el riesgo de morir de éxito. Es bueno que el mérito de lo conseguido se lo atribuya cada uno de los protagonistas de esta maravillosa etapa, pero ahora que me voy es necesario deciros que debemos cuidarnos, todos, los que de verdad sentimos ANPE, de la simpleza en los juicios, la ligereza en las opiniones, las cataduras personales de escasa generosidad, el oportu- nismo de quienes sin sudarlo vienen dispuestos sólo a disfrutar de lo hallado, pensando que ANPE es un sin- dicato, al modo de las grandes centrales sindicales, donde el protagonismo sindical sirve para ocupar pues- tos de preponderancia en la política o la Administración. Están muy equivocados; no conozco ni he conocido en mi larga etapa a nadie en ANPE que haya ascendido a ningún puesto importante en el mundo de la política o la Administración. Estos últimos son los que de verdad ponen en peligro los logros de ANPE. Por ello, recomiendo a la nueva ejecu- tiva que impida el surgimiento de esas tendencias tan negativas. Porque para conseguir el sindicato que ahora tenemos han sido necesarias mucha generosidad e inte- gridad por la mayoría de los que han pasado por ANPE- Madrid. El mayor premio para los anpistas, que he cono- cido, ha sido el esfuerzo y el orgullo de ver crecer a nuestro sindicato. Como último diré que no son las palabras las que cul- minan las buenas obras, son los hechos practicados, las metas alcanzadas, el prestigio conseguido… en fin, las obras bien realizadas, las que ponen a los hombres en el lugar que a cada uno le corresponde. Por todo ello, ahora que no estoy, deseo el mayor de los éxitos a ANPE- Madrid. Me gustaría que su buen hacer significara el triunfo definitivo, la alternativa ganadora a los sindica- tos de clase. Nadie lo celebraría más que yo. Pero para ello es necesario alumbrar ideas buenas y colaborar con desprendimiento para que se hagan realidad. Nada más, un saludo para todos y ¡hasta siempre, ANPE! Fernando Jiménez Guerra Ex vicepresidente de ANPE-Madrid 9
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